miércoles, 11 de diciembre de 2013

ENTONCES... ¿QUÉ HACEMOS?


El día 17 de octubre de este año, con 30 votos a favor, 12 en contra y una abstención, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó la miscelánea fiscal para 2014 que, entre otros aspectos, prevé la aplicación de un impuesto especial de un peso por litro a las bebidas saborizadas y otro de 5 por ciento a la comida chatarra.

Sin embargo, todavía hace falta mucho por hacer, no existe el acceso al agua potable a libre demanda en las escuelas, en muchos restaurantes o espacios públicos.

Asimismo, a las compañías refresqueras se les ha permitido desarrollar un etiquetado engañoso y campañas publicitarias sin control alguno. 


Hacen falta leyes y normas que modifiquen “las determinantes sociales” que producen el sobrepeso, la diabetes y la obesidad, así por ejemplo:


  1. Regulación de alimentos y bebidas al interior de los planteles[2]Aunque en la Reforma Educativa aprobada de manera reciente en la que se incluyó un artículo transitorio para “prohibir en todas las escuelas los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos”, diversos profesores han señalado que “poco o nada podemos hacer en las aulas, cuando al salir de la escuela los padres con su bolsa de frituras con chile y los dejan por horas frente a la televisión, donde los bombardean con miles de anuncios”.[3] Y aún cuando ya no se venden refrescos en las escuelas, sí agua de sabor con grandes cantidades de azúcar.
  2. Regular la publicidad en alimentos y bebidas orientadas principalmente a los niños.[4] 
  3. Regular los paquetes dirigidos a los niños en establecimientos de comida rápida[5], principalmente el uso de refrescos con la modalidad de “refill”, muestras gratis o que tengan como regalos refrescos.
  4. Que las etiquetas de los productos alerten de los daños a la salud.
  5. Regular la porción y tamaños de los refrescos.[6]
  6. Obligatoriedad del acceso al agua potable en escuelas, espacios públicos y comerciales.


[1] El Poder del Consumidor, pág. 6, 2012.
[2] Ibídem.
[3] Poy, Solano Laura, La Jornada, pág. 31, 2012.
[4] El Poder del Consumidor, pág. 6, 2012.
[5] Ibídem.
[6] Ibídem.

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