sábado, 14 de diciembre de 2013

BIENVENIDOS

Bienvenidos al "Blog de Onofre", mi blog, cuyo objetivo es dar a conocer las afectaciones que el consumo desmedido de refrescos y bebidas azucaradas ocasionan al cuerpo humano y a la salud. 

No pretendo que dejes de tomar refrescos, sino que de ahora en adelante, cuando lo hagas, sepas que su consumo desmedido puede traer consecuencias graves para tu persona. 

Espero que este espacio sea uno de reflexión para ti, y si algo de lo que lees no te gusta, no te enojes, recuerda que: "no están preparados para escuchar, tienen la recompensa de no enterarse de nada". 

jueves, 12 de diciembre de 2013

AUMENTO EN EL CONSUMO DE REFRESCOS


El año pasado (2012), la Asociación Civil “El Poder del Consumidor”, dio a conocer que, en México se consumen 163.3 litros de refresco per cápita y que en cinco años nuestro país desplazó a Estados Unidos del primer lugar, cuyo registro se encuentra en 118.1 litros por persona.[1]

A esta lista se suman países como Chile, con 116.2 litros; Brasil, con 89.1 litros; Colombia, con 65.3 litros y Perú con 55.7 litros.[2]

Lo que llama la atención de esta situación, es que la población de Estados Unidos es mucho mayor a la de México, 316,668,567 vs. 116,220947 habitantes, respectivamente.[3]

Con el aumento del consumo de refrescos, en el país aumentaron los casos de obesidad y por consiguiente diabetes; por ejemplo, durante el sexenio del ex-presidente Felipe Calderón Hinojosa, 482,140 muertes fueron causadas por la diabetes, lo que significó un aumento del 33.36 por ciento en comparación con el sexenio anterior cuyo registro se encontraba en 361,514 fallecimientos.[4]

Tan solo en el año 2000, las muertes causadas por la diabetes fueron 46,525, pero doce años más tarde, esta cifra se encontraba en 89,414, un aumento hasta del 92 por ciento.[5]






[1] El Poder del Consumidor, pág. 1, 2012.
[2] Ibídem.
[3] CIA, The World Factbook, 2013.
[4] El Poder del Consumidor, pág. 1, 2012.
[5]Ibídem. 

DIABETES, PRINCIPAL CAUSANTE DE MUERTE DE MÉXICO

De acuerdo con el informe sobre Salud en las Américas 2012, a partir del año 2000, la diabetes es la principal causa de mortalidad en el país, ocasiona 17.2 por ciento de las muertes, cada hora se diagnostican 38 nuevos casos y cada dos horas mueren cinco personas a causa de complicaciones que tienen su origen en esta enfermedad no transmisible.[1]

La Secretaría de Salud, dio a conocer el año pasado, que el 80 por ciento de los casos de diabetes tienen su origen en el sobrepeso y la obesidad y que existe evidencia científica que avala esta afirmación.[2]

Una investigación presentada este año durante las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón sobre Epidemiología, Prevención, Nutrición y Metabolismo, dio a conocer que “el consumo de refrescos, bebidas azucaras y bebidas de fruta podría asociarse a 180,000 muertes alrededor del mundo”.[3]

Se relacionó el consumo de bebidas azucaradas con 133 mil muertes a causa de la diabetes, 44 mil por enfermedades cardiovasculares y 6 mil por cáncer, donde el 78 por ciento de los decesos, estuvieron asociadas al consumo de este tipo de líquidos, principalmente en países de bajos ingresos.[4]

En América Latina, en el 2010, 38 mil muertes estuvieron relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas, principalmente refrescos, México tuvo el mayor número de fallecimientos asociados al consumo de las mismas, 318 muertes por millón de adultos.[5]






[1] Ibídem.
[2] Programa Nacional de Salud 2007-2012.
[3] Mozaffarian, Dariush, et al., 2013.
[4] El Poder del Consumidor, pág. 6, 2012.
[5] Ibídem.

¿SABÍAS QUE...?



  • De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, las mujeres no deberían consumir más de 100 calorías, o cerca de 25 gramos de azúcar añadido por día. 
  • Una porción de refresco de 355 ml, aporta aproximadamente 148 calorías o 37 gramos de azúcar, cantidad superior al consumo recomendado de manera diaria. 
  • En el etiquetado de estos productos se establece que la cantidad de azúcar contenida en los mismos aporta el 41 por ciento de los nutrimentos diarios recomendados, lo cual es falso porque al ingerir una lata de refresco se supera el consumo de azúcar recomendado de manera diaria.[1] 
  • Esta misma asociación recomienda consumir no más de 450 calorías de bebidas azucaradas por semana (la cantidad de tres latas de refresco de cola).[2]
  • Muhtar Kent, presidente mundial de Coca-Cola, dio a conocer durante su participación en la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático, celebrada en el 2009, que la empresa utilizaba 35 litros de agua para elaborar medio litro de refresco de cola. 





[1] Porter, Lisa, 2012.
[2] Ibídem. 

AFECTACIONES A LA SALUD POR CONSUMO DE REFRESCOS

El consumo de azúcar en exceso  puede resultar dañino en cualquiera de sus formas, tales como: sucrosa, fructosa, sacarosa, entre otros. En el caso de bebidas como refrescos, sólo brinda calorías vacías, lo que contribuye al aumento de peso, al desequilibro hormonal, a la resistencia a la insulina y a la diabetes.[1]

El peligro de consumir refrescos, se extiende más allá del incremento en las calorías, además de consumir grandes cantidades de azúcar que se digieren rápidamente y jarabe de maíz de alta fructosa que produce un aumento de azúcar en la sangre, que puede llevar a la inflamación y resistencia de insulina, se aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y cáncer.[2]

Las grandes dosis de fructosa, pueden ser particularmente perjudiciales para la salud porque pueden causar acumulación de grasa en el vientre, la cual es metabólicamente tóxica; anomalías en el colesterol, incluyendo triglicéridos altos y niveles reducidos de HDL (colesterol bueno); y enfermedades del hígado graso que no están relacionadas con el consumo de alcohol.[3]

El consumo de refrescos también está asociado con síntomas de reflujo gastroesofágico, cuando el contenido del estómago regresa y causan una sensación de ardor en el esófago.[4]






[1]Cruz, Ángeles y Díaz, Ariane, 2012. 
[2] Jampolis, Melina, CNN México, 2012.
[3] Ibídem 
[4] Jiménez, Cecilia, 2012. 

¿CUÁNTO GASTAMOS EN REFRESCOS?

Los mexicanos gastan alrededor de 240 mil millones de pesos al año en la compra de comida chatarra y sólo 10 mil millones de pesos en el consumo de 10 alimentos básicos, como carne, fruta y verdura.[1]

En contraste, los niños gastan más de 20 mil millones de pesos al año en la compra de dulces, refrescos y comida chatarra de los cinco y 10 pesos que les dan sus padres para su gasto escolar.[2]

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en México se consumen en promedio más de 450 latas de refresco por persona en un año.[3]






[1] Valadez, Blanca, Milenio, 2012.
[2] Ibídem.
[3] Jampolis, Melina, CNN México, 2012. 

EL PROBLEMA DE LA PUBLICIDAD DE LAS BEBIDAS AZUCARADAS





Hoy día, los niños se enfrentan a la invasión de anuncios televisivos, principalmente en horario infantil, promoviendo el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra.

La Asociación Internacional de Alimentos y Bebidas, que engloba a todas las empresas, acordó en el 2008, de manera voluntaria con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), sacar de la publicidad reproducida en la televisión, anuncios que resulten poco saludables para la salud infantil.[1]

Pero cinco años después de realizarse este compromiso, la OMS, empresas refresqueras y el gobierno mexicano, incumplieron lo acordado y el consumo de refresco se elevó más de 30 por ciento.[2]

De enero a agosto del 2012, la inversión en campañas publicitarias para 11 productos fue de $408 millones 776 mil 124 pesos, en contraste con que de cada $100 destinados por la Secretaría de Salud al combate del sobrepeso y la obesidad a nivel nacional, $55 son para tratamiento de complicaciones y $45 para manejo de caso controlado y monitoreo anual, no existe un fondo significativo destinado para campañas de prevención, y de ese dinero, $51 provienen de los ingresos familiares.






[1] Valadez, Blanca, Milenio, 2012.
[2] Ibídem.